Amor de invierno


Nos conocimos en junio
en una tarde de invierno.

Me hacías el amor mientras me acercaba bajo la lluvia,
pero nunca supiste que soñé tu belleza desde antes, detenida y desnuda

Mi abrigo negro y mojado galardeaba hasta escaparse tu sonrisa;
Cenamos en aquel restaurante, el mismo que visitamos cada junio del año.

Así conmemoramos que llegada aquella noche
nos enamoramos entre aromas y relatos.

Y así pasó aquel invierno caminando juntos muchas tardes,
con un pequeño paraguas que nunca pudo cubrirnos de la lluvia.

Nos escapábamos a las calles alejadas de la ciudad
y caminábamos aceras de piedra junto a hermosos árboles y casonas.

Y hablábamos de la vida y nuestras historias,
tomados de la mano, sutiles como la caída de una hoja...

Hasta que hicimos el amor un sabado frío de tormenta y locuras,
un húmedo amor de charcos y mojados cuerpos de magia y ternura.

Lo nuestro es un amor de invierno,
nuestros corazones se conocieron en medio de cafeterías y aguaceros.

Con el frío y la neblina fundimos nuestro calor
y una chimenea con cada beso.

Y todo lo que pasó no fue un poema inalcanzable o un sueño,
simplemente son nuestros pasos, nuestro comienzo...
nuestro bello amor de invierno.



Andrés Guzmán  (jueves 27,  julio 2012)