Viajando entre multitudes


Tus días han quedado lejanos
y muy guardados al final de mis quebrantos.

Pero al encontrarte entre viejas fotografías,
me entero que todo sigue igual que antes,
que en realidad no estas aquí pero yo sigo admirándote.

Tan grande fue la herida por soñarte,
por querer alcanzarte...
por mendigar tu aire.

Yo solo creía que si te amaba lo suficiente,
que si rendía ante ti mi vida entera y mis virtudes...
que quizás tu ibas a escogerme.

Al final tan solo logré equivocarme.
Y con ello...desplomarme.

Por un tiempo te odié
y vivía en ese dolor que te consume,
en esa miseria oculta y sin golpes.

Después te convertiste en poemas
en dibujos y en canciones...
y hoy tan solo un fantasma de mis noches.

Comprende que no me arrepiento de haberte entregado todo,
no obstante, duele saber que eso no fue lo suficiente,
que todo lo que dí estuvo tan lejos de tus pretensiones.

Ahora entiendo que así es la vida,
que el amor casi nunca alcanza para que te amen
y que con frecuencia somos como los pasajeros del tren.

Viajando entre multitudes.
Compartiendo el mismo viaje.
Y nunca mas volverán  a encontrarase.


Andrés Guzmán