Manos muertas



Sé que he sido despreciable,
y que mi existencia es como una sequia
a la que nadie extraña ni añora.

Mis pasos son casi invisibles
tal cual no tienen cuerpo las sombras,
y como el caer de las hojas que nadie nota.

Sé que busco redimirme
de algo oscuro que me brota,
de mi egoismo, de mis faltas e injurias.

Siempre ví mi vida ausente de brillo,
insípida, sin magia ni glorias.

Sin riquezas ni aplausos,
sin tregüas ni atajos.

Se que mi corazón ha sido como piedra,
pero esta noche mi alma llora y se destroza.

Se quebranta mi existencia
cuando entiendo que aun todas mis indulgencias
valen nada ante una sola de tus caricias.

Me quebranto porque sé que mi vida no tiene mucho,
pero que te tiene a ti, y eso me llena y me colma.

Encontré en ti el color de mis días grises,
el  amanecer oportuno de mis largas noches.
una dulce compañia para mis amargos senderos.

La calidez de tu amor quiebra el invierno de mis venas,
solo tu le das vida a mis manos muertas.




Andrés Guzmán (junio 29,  2015)