Entre la rosa y el zacate


Hay rosas en el jardin
galantes y hermosas,

Todo quien entra quiere llevarlas,
todos roban de su perfume y se enamoran.

En su encanto todos olvidan sus espinas
y todos olvidan que pronto marchitan.

Hay otras flores exoticas
extravagantes y caprichosas.

Saben hipnotizar a los visitantes
con curiosos colores y formas.

La gente las toma de forma egoista
para presumirlas en el porche de su casa.

No les importa si traerán plagas,
o si son venenosas.

Están las plantas que viven en el monte,
o escondidas al lado de los caminos.

Esas que nadie regala en ramilletes,
porque son asperas, toscas y salvajes.

Solo aquellos en sufrimiento salen a buscarlas
porque en ellas pueden aliviar sus aflicciones.

Plantas de flor callada y piel de monte
que de la tierra son los hijos mas nobles.

También está el árbol de la montaña y el bosque.
Donde su semilla germina se asentará para siempre.

Con perseverancia y valentia, da sombra y abrigo,
da frutos y madera... su espiritu nunca muere.

Y por ultimo está la mala hierva,
nadie la siembra, tan solo emerge de la tierra.

Sin fruto ni flor,
sin utilidad más que cubrir la tierra de verde.

Porque ni las bestias aceptan
potreros hastiados de zacatales y monte.

Nadie le busca, nadie le siembra.
Más sin embargo... aparece.


Andres Guzman (miercoles 14,  diciembre 2016)

Sabrá


Solo quien camina
sabe lo que es tropezar,
solo quien ha intentado
sabe lo que es fracasar.

Solo se sabe lo que es perder
cuando se lucha por algo que al final se vá.
Solo quien emerge de entre maldición y miseria
sabe lo que es ser bendecido en esta tierra.

Aquellos que viven de espectadores
se jactan de no cometer errores,
pero olvidan que mirando no se puede errar,
solo se equivoca quien produce y elabora.

Jamás perderá dirección
quien nunca se levanta y anda,
Jamás tendrá conquistas
quien se esconde en la comodidad de las sombras.

No sabe de libertad
quien tenga miedo de cuestionar sus credos,
quien no busque su propio espacio en el mundo,
quien viaje en la estela de otros hombres.

No puede haber bondad sin humildad
no puede haber sabiduria sin error.
no existiria el silencio sin el ruido,
no existiria la paz sin la tormenta.

No puede saber de piedad
quien nunca la ha recibido.
No puede saber de plenitud
quien nunca vivió turbio y confundido.

No se sabe lo que es hundirse
si nunca se ha navegado.
No ha sufrido el vertigo
quien nunca se ha elevado.

No sabe de dolor
quien nunca ha amado.
No sabe de felicidad
quien teme cobarde el llanto.

Solo quien asume sus fracasos
sabrá lo que se siente alcanzar la cima del mundo.


Andrés Guzmán  (agosto 19, 2016)

Seres malditos


Sé que tu corazón tiene blindaje
y que te alimentas del odio en parte.

Y sé tambien que tienes un código
que no te permite regresar y olvidar.

Y es que cuando entré a tu casa jamás imaginé
que terminaría siendo rechazado como criminal.

Realmente no eres libre, ni tampoco yo soy leal;
dices no tener cadenas y yo digo despreciar traiciones.

Resultamos ser dos seres malditos,
amargos e hipócritas.

En deuda has quedado conmigo por cosas banales,
como yo que te decepcioné por banalidades también.

Así pues, parece que la contabilidad ha hecho sus cuentas
y  nuestros libros dan justo balance.

Ni somos poetas, ni cambiaremos el mundo,
solo refutabamos cobardemente ante inexistentes espectadores.

Solo fuimos dos necios que se ahumaron en su propio hollín,
de cuando quemamos pasados credos y fallidos amores.

Pero estoy orgulloso de tu huella en mi mundo,
porque tuve momentos cuando eras mi familia.

Ahora no sé donde quedamos, ni lo que somos,
convertidos en estelas que se disipan con esta lejanía.

Que te vaya bien...
Y recuerda que en todos los códigos hay excepciones.



Andrés Guzmán.   ( Julio 12,  2016)