Entre la rosa y el zacate


Hay rosas en el jardin
galantes y hermosas,

Todo quien entra quiere llevarlas,
todos roban de su perfume y se enamoran.

En su encanto todos olvidan sus espinas
y todos olvidan que pronto marchitan.

Hay otras flores exoticas
extravagantes y caprichosas.

Saben hipnotizar a los visitantes
con curiosos colores y formas.

La gente las toma de forma egoista
para presumirlas en el porche de su casa.

No les importa si traerán plagas,
o si son venenosas.

Están las plantas que viven en el monte,
o escondidas al lado de los caminos.

Esas que nadie regala en ramilletes,
porque son asperas, toscas y salvajes.

Solo aquellos en sufrimiento salen a buscarlas
porque en ellas pueden aliviar sus aflicciones.

Plantas de flor callada y piel de monte
que de la tierra son los hijos mas nobles.

También está el árbol de la montaña y el bosque.
Donde su semilla germina se asentará para siempre.

Con perseverancia y valentia, da sombra y abrigo,
da frutos y madera... su espiritu nunca muere.

Y por ultimo está la mala hierva,
nadie la siembra, tan solo emerge de la tierra.

Sin fruto ni flor,
sin utilidad más que cubrir la tierra de verde.

Porque ni las bestias aceptan
potreros hastiados de zacatales y monte.

Nadie le busca, nadie le siembra.
Más sin embargo... aparece.


Andres Guzman (miercoles 14,  diciembre 2016)