cuando sea tiempo justo para partir...
para silenciar por completo mi existencia...
Sé que mis pasos se adentran en las sombras
pues los años son la verdadera distancia
que nos separa de la luz y la inocencia...
Envidio al que se despide temprano de este mundo,
pues se lleva consigo pocas penas...
porque su viaje será sin escalas y hasta el infinito...
Miro las agujas del reloj,
y entiendo que se acabarán las vueltas...
que irremediablemente voy pintandome hacia el ocaso...
El miedo me llena pues no se si tendré lugar en mi equipaje
para llevarme tu amor y entre doblar memorias como abrigo,
o si errante tendré que cargar con mis faltas y vicios...
A donde quedarán los colores de este horizonte?
el frio del invierno y la majestad del oceano?
Cada gota de lluvia y cada beso que entrecortó mi aliento?
cada verso que recité y que lloré en silencio?
Y aquellas hojas que cayeron a mi lado y en las aguas?
cada café con mi hermano y junto a mi guitarra?
Nuetras noches...
nuestros sueños...
Si no puedo llevarlos,
añoro que se conviertan en lluvia y en fuego,
en el viento que recorre los pueblos.
Pero si logro guardarlos en mi bolsillo
los tendre por siempre a mi lado,
para ayudarme a encontrar un lugar en lo eterno,
en los rincones invisibles del universo...
Andrés Guzmán (marte 12, julio 2011)
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