vibran al toque de tu ternura...
mujer hermosa que respiro a cada momento.
Tu amor daba vida a mi guitarra,
y ella pronto se perdió en tus mañanas...
complice fuiste de todos mis secretos.
Tu nombre y el mio en cada nota
y nuestras miradas en la melodía absoluta.
Se unieron entre cobijas nuestros cuerpos.
Nuestro canto derribaría murallas
pero es sútil como los colores de la luna...
Cada verso cantado será una chispa sobre el fuego.
Eleva pues tu canto por entre las montañas
y di mi nombre a cada ave del cielo...
Divulgame entre nubes viajeras y el viento...
Arrebata mi nombre de los labios de la angustia
y canta de nuestro amor por cada rincon del pueblo.
Andrés Guzmán (martes 18, octubre 2011)
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