Al final, esperaré...


Esperaré por tiempos futuros
a tu lado,
días mejores
que desde ya existen en tus manos.

Esperaré los vientos frios
que presagian la agonía del año
y caminaré la ciudad como lo hacíamos
cuando comenzabamos.

Esperaré las tardes de verano
con celajes pintados como el oro puro
acostados en el campo
mirando el pasar de nubes y pájaros.

Esperaré cada amanecer
y serás la luz de la mañana
el aroma de mi café
la grandeza del nuevo día.

Esperaré tiempos difíciles también
para vencerlos contigo,
para fortalecernos
y aferrarnos ante el miedo.

Esperaré mi enfermedad
y seré fuerte en tu sufrimiento
Esperaré nuestras lágrimas
y no soltaré tu mano.

Esperaré a cada hoja que caiga
en nuestro sendero
cada silencio en nuestra mirada
cada toque y cada beso.

Cada charla vespertina,
cada mirada curiosa a tu cuerpo.

Esperaré los años venideros,
y llegar el final de nuestros días.

Para contarle a todos nuestras historias de antaño
y de cuando eramos jovenes y mágicos.

Esperaré a cuando el camino se acabe.
Y a cuando mi guitarra por siempre calle.

Esperaré a cuando nos caiga la eterna noche,
A cuando nos unamos al viento que corre por los montes.



Andrés Guzmán  (Jueves 20, Septiembre 2012)

Ser música


Encarnaré bastos horizontes y oceanos,
mi cuerpo es tierra, pero mi corazon es eterno.
efimero de paso lento, filosofo de pocos versos,

Yo sé del sufrimiento,
y sé que habitará en mi
hasta cuando sea exhalado mi ultimo aliento.

Pero el amor...
Ese no viene porque es parte de esencia
de la vida depositada en mis manos.

Y que la libertad,
podré perderla en términos humanos
en terminos de las naciones y el mundo.

Más nunca serán detenidas las olas del mar,
el fluir del río, el correr del viento.
Tampoco mis sueños, mi voluntad, mi tiempo.

Todos somos como música
que vibra y retumba en el cosmos
que suena en planos celestes y mundanos.

Melodías de corazones eternos
que se escriben a partir del odio, del amor,
impaces de felicidad, de dolor.

Somos fugaces como un suspiro
y allí, en lo diminuto del tiempo
te amo con la inmensidad de bastos cielos.

Sinfonías entre tu y yo,
historias que se plasman en cada paso,
suspiros eternos escribiendose en un beso.



Andrés Guzmán   (agosto 21, 2012)

Por ti

Por ti,

Un poema puede nacer
sobre páginas amarillentas,
y una primavera aparecer
entre las hojas secas.

Las distancias pueden albergarnos,
y el frío tornarse en escusas
para acudir a tu piel canela
y suave como la espuma.

Y pueden las multitudes callar,
desaparecer,
en tu beso,
tu boca.

Y puedo robarle palabras a la luna,
ser fuerte como las olas;
elevarme y navegar tu cielo
tal cual una gaviota.

Hazme inmenso y sublime como las auroras,
como los oceanos; en algo noble y eterno...
que por ti lo podré alcanzar
con mis manos y nuestra fuerza.

Llevame muy lejos de esta tierra
hasta encontrarnos con nuestro espacio,
ámame después de apagarnos del mundo
que la muerte es solo una mentira.



Andrés Guzmán  (miercoes 15, agosto 2012)

Amor de invierno


Nos conocimos en junio
en una tarde de invierno.

Me hacías el amor mientras me acercaba bajo la lluvia,
pero nunca supiste que soñé tu belleza desde antes, detenida y desnuda

Mi abrigo negro y mojado galardeaba hasta escaparse tu sonrisa;
Cenamos en aquel restaurante, el mismo que visitamos cada junio del año.

Así conmemoramos que llegada aquella noche
nos enamoramos entre aromas y relatos.

Y así pasó aquel invierno caminando juntos muchas tardes,
con un pequeño paraguas que nunca pudo cubrirnos de la lluvia.

Nos escapábamos a las calles alejadas de la ciudad
y caminábamos aceras de piedra junto a hermosos árboles y casonas.

Y hablábamos de la vida y nuestras historias,
tomados de la mano, sutiles como la caída de una hoja...

Hasta que hicimos el amor un sabado frío de tormenta y locuras,
un húmedo amor de charcos y mojados cuerpos de magia y ternura.

Lo nuestro es un amor de invierno,
nuestros corazones se conocieron en medio de cafeterías y aguaceros.

Con el frío y la neblina fundimos nuestro calor
y una chimenea con cada beso.

Y todo lo que pasó no fue un poema inalcanzable o un sueño,
simplemente son nuestros pasos, nuestro comienzo...
nuestro bello amor de invierno.



Andrés Guzmán  (jueves 27,  julio 2012)

Sombras y sonidos


Todo lo que tengo es poco o nada;
esta vida se nos acaba tan pronto
tan injusta, tan llena de fantasmas.

Tan pocos colores alcanzan nuestros lienzos
y tan pocas palabras sobreviven al invierno;
todo pasa y en nada somos fuertes,
mucho menos ante los ladrones y el tiempo.

Mis mas bellos momentos se destiñeron,
han terminado muertos o amarillentos;
solo ha quedado un sabor amargo,
y el eco de este cuarto vacio.

Con los años,
se nos agotan las coutas de llanto.
Pero los sufrimientos, esos nunca acaban,
y los pueblos tan solo se hacen más solitarios.

Al adentrarse en este camino, quedan atras los amigos,
los amores, los sueños.

Hasta que aprendemos a quedar callados
y a saber lo que fuimos...

Sombras y sonidos,
que bailaron algún tiempo.



Andrés Guzmán     (lunes 4, junio 2012)

Desnudarte


Tu imagen se repite en mis dias
como las gotas de lluvia en el invierno...
Es tu piel el sueño de una caricia
y de madrugadas con tu encaje al descubierto.

Desnudarte con ansia y con locura
o simplemente guiado por el silencio....
Mi cuerpo que podría ser cálida cobertura
o dejarse llevar por la lujuria y deseo.

Mujer que caminaste conmigo bajo la lluvia
hasta ser mi cómplice en noches de íntimos secretos...
siempre te estremeces llena de alevosía
para inculparme de tus gemidos y tu fuego.

Vuela seductora, atrevida y mariposa,
envuélveme en tus alas y tu vuelo,
amárrame a tus caderas y tu cintura
hasta entrelazarnos al desnudo de nuevo...



Andrés Guzmán  (miercoles 23,  mayo 2012)

Levantar mi voz


Se levantará mi voz desafiando al viento
pronunciará las verdades que aveces miento
por las cadenas de la gente y del miedo.

Lograrán escaparse improvisados e impredecibles
los versos que hablan de todos mis secretos,
aquellos que se lloran en mis recuerdos.

Testimonios de noches frias en mi recinto
se mezclan con relatos de antiguas glorias,
vulnerables como niños.

Permíteme silenciar al resto
de forma que puedas atender mis versos
y que te afronten después de tanto tiempo.

Déjame decirte que te amo,
con la certeza que no seré olvidado,
y que mañana si conservaré algo...

Y guárdame como tu poeta enamorado
como un peregrino
como un justiciero.

No quiero ser aquel hombre atormentado
que no supo encontrar la fuerza ni el sentido
para implorar que no te fueras.



Andrés Guzmán C   (viernes 18,   Mayo 2012)

La vida del viento


Me cautiva la vida del viento
sus pasos desencadenados
entre distancias y oceanos...

Me gustaria caminar avenidas desconocidas,
admirar los edificios y las casonas
y preguntarme en donde callan sus pasadas historias.

Encontraría la forma de irme por rutas aledañas
que me lleven a los campos
y redimirme en sus horizontes de graneros y pastos.

Continuría hasta alcanzar las costas lejanas
de pescadores morenos y cansados
que sueñan con frías ciudades entre sus barcos encallados.

En mi camino sería nómada y forastero
un alma sin lugar ni destino
y buscaría perderme entre versos de melancolía y vino.

Y mi equipaje sería muy ligero...
un libro hechizo con poemas tuyos y mios
para que seas mi unica posesión y único camino.

No me importa ser un ave de paso
si tu vuelas conmigo...

No me importa ser invisible y olvidado
si tu estas en los rincones lejanos que habito.




Andrés Guzmán (abril 18, 2012)