
Ayer fue tiempo de sequía...
al ocaso me oculté en las sombras...
escapé del dolor al agonizar el día
y así poder descansar mi débil canción...
Entre el polvo y estrellas
mi alma sanó su herida,
porque el alba me hablaba esperanzas
y la noche llevó el luto de aquel triste adiós...
Va terminando esta larga y oscura madrugada,
la estrella de la mañana comienza a despertarse en mi ventana...
adentro del recinto yace mi alma
solitaria y sentada a la mesa esperando el nuevo sol...
Ahora se que la esperanza no esta lejana,
y en esta estrella tu eres mi nueva razón,
mi nuevo aire y mi nuevo corazón,
tu mi estrella, mi motivo y mi continuación...
Andrés Guzmán (abril 24, 2007)
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