Silencioso día que guardas el misterio de la vida,
en tu anonimato has cautivado al corazon atento,
y en el transcurrir de tu sendero,
las horas son como un firmamento abierto.
Se abren las alas de un poeta
para levantar hasta los montes su vuelo
y en tu misterioso silencio
encontrar los más versos más bellos.
Se abre el alma del músico
para comprender tu implícito canto
y con un espeso ritmo
escuchar un sonido perfecto
Silenciosas horas que guardan secretos...
aquellos entre enamorados
y que mantienen vivo el vínculo
que le pone alma a nuestras vidas.
Quiciera ser como tu algún día,
y ser para ella ese silencio que abra su firmamento
y que le invente una canción en las mañanas
y que le sirva de cajón
para guardar nuestras almas entrelazadas.
Andrés Guzmán (lunes 28, enero 2008)
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